Se ha filtrado un escandaloso video grabado en el colegio mayor universitario Diego de Covarrubias, perteneciente a la Universidad Complutense de Madrid, haciendo retornar a nuestra memoria ese fantasma cíclico de las novatadas, que resucita brevemente cada septiembre.
Declaraciones, una expulsión temporal para ambos, y luego una resolución, habéis leído bien, para ambos, paradójica decisión.
Lo que me produce inquietud a día de hoy es ver como la cronicidad de este problema, que curso tras curso sigue sin resolverse, se manifiesta ya en las generaciones que lo han sufrido.Un ejemplo lo podéis ver en esta noticia del Heraldo de Aragón, aquellos estudiantes que pasaron por las novatadas defienden este tipo de conductas, no como una agresión humillante, sino como una tradición universitaria, cuya -esto nunca lo dicen- evitación conlleva el desprecio,la humillación, y la marginación por parte de tus compañeros durante todo el curso.
"Yo las pase, las pase bien, y aquí sigo" dice esta voz anónima en la noticia, esta es la perversión integrada, la minimización de un estigma una vez se ha pasado la prueba del ritual, que o bien no percibió tan violento, o bien tuvo la suerte de recibir en menor medida que los demás.
Es descorazonador que se defienda con tanta ligereza, por no hablar de las diferentes repercusiones que puede tener en el alumnado según cómo ingrese cada uno, según su estado mental, según su sensibilidad y carácter, una situación en la que los alumnos se encuentran en muchas ocasiones, y esta vez de verdad, lejos de casa y sin apoyos, deseando la integración y la aceptación social por encima de todo, eso sin mencionar a los que pudieron haber salido de sufrir el infierno del acoso en el colegio, y que al llegar a la Universidad se encontraron con estas inaceptables prácticas.
Es descorazonador que se defienda con tanta ligereza, por no hablar de las diferentes repercusiones que puede tener en el alumnado según cómo ingrese cada uno, según su estado mental, según su sensibilidad y carácter, una situación en la que los alumnos se encuentran en muchas ocasiones, y esta vez de verdad, lejos de casa y sin apoyos, deseando la integración y la aceptación social por encima de todo, eso sin mencionar a los que pudieron haber salido de sufrir el infierno del acoso en el colegio, y que al llegar a la Universidad se encontraron con estas inaceptables prácticas.
Pero el virus ya está depositado, en esta chica que habla desde el anonimato, y en tantas otras generaciones que serán nuestros futuros abogados, nuestros médicos, nuestros asesores bancarios, incluso nuestros psicólogos, generaciones educadas en relativizar lo inaceptable, esa normalización de una violencia forzada, esa falsa venta de una humillación como una forma de integración social.
Y esto es al fin y al cabo otro punto en el continuo que lleva a una ideología despreciable, la cual luego transpira en el mundo adulto, en forma de tiranía laboral, que la pasara bien y aquí sigue, en las humillaciones que se ponen en practica en ciertas empresas de marketing disfrazadas de ONG (ver vídeo de arriba) que las pasara bien y aquí sigue, en las bromas sexuales de los compañeros, que son solo bromas y no hay que tomárselas en serio, que las pasara bien y aquí sigue, una pauta existencial de comer o ser comido, en la que encajas o te desencajan, la perfecta fachada para un hervidero de seres sin empatia, pero funcionales, increíblemente funcionales que pululan por ahí pensando en lo mas profundo de su mente que mientras ellos puedan pagarse las facturas y darse algún capricho les vale, que todo lo demás, incluidas las personas, son algo al fin y al cabo circunstancial.
Y esto es al fin y al cabo otro punto en el continuo que lleva a una ideología despreciable, la cual luego transpira en el mundo adulto, en forma de tiranía laboral, que la pasara bien y aquí sigue, en las humillaciones que se ponen en practica en ciertas empresas de marketing disfrazadas de ONG (ver vídeo de arriba) que las pasara bien y aquí sigue, en las bromas sexuales de los compañeros, que son solo bromas y no hay que tomárselas en serio, que las pasara bien y aquí sigue, una pauta existencial de comer o ser comido, en la que encajas o te desencajan, la perfecta fachada para un hervidero de seres sin empatia, pero funcionales, increíblemente funcionales que pululan por ahí pensando en lo mas profundo de su mente que mientras ellos puedan pagarse las facturas y darse algún capricho les vale, que todo lo demás, incluidas las personas, son algo al fin y al cabo circunstancial.
Carlos Sanz Andrea.
Carlos Sanz Andrea - Doctoralia.es
Las novatadas tampoco son para tanto, se hacen para integrar a la gente
ResponderEliminarHumillar, insultar, maltratar al prójimo no es la mejor estrategia para integrar a nadie. Todo lo contrario, sirve para hacerle la vida imposible.
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